Mick Schumacher está llamado a estar en la Fórmula 1 más pronto que tarde. El alemán, hijo del legendario heptacampeón del mundo de los monoplazas, pudo incluso tener ya su opción para el próximo curso gracias a Alfa Romeo y a saber si llega el día en que al igual que su padre vista el rojo de Ferrari.
Y es que para el joven Schumacher, Michael es algo más que un padre: "Siempre ha sido mi héroe por ser él y por ser una leyenda del deporte que amo. Es el mejor de los pilotos. Siempre será el mejor de la historia".
Mick, mientras espera su llegada a la F1, se ha hecho un nombre en la F2 durante el que fue su primer curso en la categoría: "Me gusta ganar, así que satisfecho no estoy. Como principiante esta temporada cumple mis expectativas. Luché contra pilotos que tienen cinco años en la categoría".
"Quiero llegar a la F1. Quiero estar allí y por eso trabajo. Seguro que es diferente de lo que imagino. Más medios, más preparación, más técnica... Me encanta subirme a un coche y pilotar. Incluso hacer informes", afirma Mick Schumacher.
En su primer curso en Fórmula 2, y a sus 20 años, Mick Schumacher ha terminado con el Prema en 12º lugar con 53 puntos.
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