La nueva realidad de Aston Martin es considerar un éxito pasar a Q2. Suena duro después de haber estado gran parte de la temporada luchando por podios y entrando constantemente en Q3, pero la falta de desarrollo de los británicos ha llevado a esta situación.
Tras quedarse ambos fuera en Q1 en Estados Unidos, corría el riesgo de repetirse lo mismo en México. Sin embargo, curiosamente un error de Fernando Alonso evitó un descalabro.
El asturiano trompeó en su último intento de marcar vuelta en la Q1 y, como era de los primeros de la fila, la bandera amarilla que provocó ese error arruinó la vuelta de todos sus perseguidores. Y Alonso, que tenía un buen tiempo, acabó pasando.
El que, otra vez, no pasó fue Lance Stroll. El canadiense tenía una oportunidad de oro ya que fue de los pocos que no se vio perjudicado por el error de Alonso, pero terminó 18º certificando el bajo nivel actual de Aston Martin.
Con una situación así, las expectativas para Q2 eran bajas y se confirmaron. El asturiano marcó un tiempo muy lento en el primer intento con un neumático usado y, en el segundo con gomas nuevas, la cosa no fue mejor. Perdió mucho tiempo en el primer sector con la larga recta y terminó 14º, aunque ganó una posición porque a Albon le anularon la vuelta.
Y esta es la nueva realidad de Aston Martin, celebrar un pase a Q2 porque la mayoría de escuderías están siendo mucho más competitivas en este tramo final de temporada.