En los primeros y segundos libres del Gran Premio de Australia ha quedado claro que Alpine y Ferrari han aterrizado con ganas de guerra en Melbourne.
Carlos Sainz, primero en FP1 y tercero en FP2, ha demostrado que cada vez se siente más cómodo al volante del F1-75 y que es un claro pretendiente a la corona junto a Charles Leclerc y Max Verstappen.
Los de Maranello traen a Albert Park un nuevo difusor con el que esperan sacar brecha a Red Bull en un trazado urbano con un largo recorrido en DRS en el que seguro se reeditarán batallas como la vivida en Arabia Saudí entre el monegasco y el neerlandés.
Alpine, por su parte, estrena un nuevo fondo plano y un tambor modificado para los frenos traseros, elementos con los que 'adelgazan' cuatro kilos y ganan en torno a 0,2 segundos por vuelta.
En los segundos libres en Albert Park, con Alonso cuarto y Ocon sexto, los de Enstone han demostrado el potencial de un A522 que parece estar por encima de Haas, Alfa Romeo y Mercedes a la espera de ver el rendimiento en clasificación.
Sobre los problemas de Fernando Alonso en Yeda, Otmar Szafnauer, jefe del equipo, ha asegurado que ya se han subsanado y que no volverán a ocurrir: "El arreglo ya está hecho, así que no volverá a suceder. Ha sido algo fácil, lo que es frustrante, porque solo es una bomba de agua".
Red Bull y Mercedes, el día y la noche
Los de las bebidas energéticas, buscando seguir de tú a tú en la lucha con Ferrari, traen a Australia una nueva pletina lateral (endplate) en el alerón delantero.
Los vigentes campeones del Mundial de Constructores, a pesar de estar claramente en la segunda fila de la parrilla, no estrenan novedades en Albert Park y todo seguirá igual para Lewis Hamilton y George Russell, que cada vez comienzan a ver más lejos la zona de la cabeza y por el retrovisor derecho a Alpine, que aparenta ganarles terreno cada fin de semana.