Mal día para equivocarse. Mal día para errar. Mal día para tremenda pifia en la estrategia. Sí, sin duda era un mal día. Lo era porque tocaba mostrar músculo en Aston Martin. Tocaba enseñar de qué es capaz este 'nuevo' AMR24. Tocaba, además, mantener al menos el séptimo y el octavo de Fernando Alonso y de Lance Stroll. Sumar con los dos coches. En Hungría. En la penúltima carrera antes del verano. Pero no. No pudo ser.

Porque quizá era demasiado pedir que trataran de no innovar. Que fuesen más conservadores para asegurar y no pensasen en ese 'safety car' que no llegó a pesar de las dos banderas rojas que hubo en la clasificación de Hungaroring. Porque salieron con blandas. Los dos salieron con blandas. Los dos, lo mismo.

Y bien, lo que se dice bien, no les salió a ninguno. A Alonso, eso sí, le salió peor. Porque Fernando ni puntuó. Era décimo a falta de unas pocas vueltas cuando dejó pasar a Stroll. Hasta entonces, ni él entendía qué estaban haciendo en el box.

"Hemos perdido con todos"

Cuando Albon y Magnussen pararon a él le hicieron entrar para defenderse. Lo hizo de ambos... pero no de Nico Hulkenberg. Mientras, Stroll seguía en pista. Una radio dejó claro qué pensaba Alonso.

Tenía razón a Alonso

"Hemos perdido la carrera con todo el mundo", afirmó de manera clara el bicampeón del mundo en el momento en que Lance paró.

Parecía que no, pero sí. Sí que la habían perdido. Y eso que era séptimo antes de su última parada. Tras ella... ya no. Tras ella le iba a tocar hacer algo en pista para volver al lugar en el que comenzó. Y no, no lo logró.

Perdió posición con Tsunoda. Y también con Russell y con Sergio Pérez, que cayeron en Q1 el sábado. También con su compañero, a quien se ve que dejó pasar. Al final, cero puntos.

Cero para Alonso; unos para Stroll

Cero puntos en una prueba en la que salía séptimo y en la que adelantar es complicadísimo. Porque Alonso tenía razón. Porque lo dijo por radió. Porque era cierto. Habían perdido la carrera con todo el mundo.