Aston Martin ya sabe qué hacer para que lo que sucedió en buena parte de la pasada temporada no se repita. Para que el coche, para que un coche que comenzó como un cohete pero que parecía ir hacia abajo en según qué carreras, no pierda ritmo. Para que no se repita lo sucedido en un 2023 en el que ese túnel en el que se metieron desde Países Bajos parecía no tener fin.

Porque los resultados no es que se estancasen, es que parecían ir hacia abajo. Parecían empeorar más que mejorar viendo más su propio rendimiento que el de los demás. Porque esas fortalezas que exhibieron durante gran parte del curso dejaron de existir.

Sin rastro de ese paso por curva. De ese manejo. De esa fácil conducción que llevaba el coche sobre raíles en el primer tramo de temporada. Porque hasta EEUU no se vieron ciertos brotes verdes. Porque, incluso así, México fue un completo desastre de rendimiento.

Brasil lo cambió todo, para bien, y de repente de nuevo parecía que el AMR23 funcionaba. Que lo habían entendido. Que habían dado con la tecla de un coche que, visto lo visto, no parece precisamente fácil de entender ni de preparar para según qué carreras.

"Queremos hacer un coche que..."

Eso debe cambiar. En ello están trabajando en la fábrica. Tom McCullough, director de rendimiento del equipo, ha insistido mucho en ello en palabras para 'RaceFans'. 

"Queremos hacer un coche que permita no tener que cambiar tanto de 'set up", dice.

La razón, evidente, la da posteriormente: "Queremos ser siempre fuertes".

Así pues, veremos si logran su objetivo y se ve en pista el resultado del trabajo que están realizando en la fábrica, una que ya ha visitado Fernando Alonso para probar el asiento de su nuevo AMR24.