Durante la primera jornada de los test de pretemporada ha llamado mucho la atención en el paddock un efecto que sufre el morro del monoplaza de Carlos Sainz.

Al parecer, esta deformación durante las rectas se produce cuando el Ferrari coge mucha velocidad, produciendo una alteración que a priori no es negativo teniendo en cuenta que el piloto madrileño ha rodado con los mejores cronos durante la jornada matinal de este jueves.

Desde Ferrari no buscaban este efecto de manera intencionada, algo que en las redes se ha cuestionado mucho al conocerse la primera sorpresa en los monoplazas de este Mundial de Fórmula 1.

Habrá que estar muy atentos a las sesiones siguientes para comprobar si la deformación del SF-23 continúa produciéndose con el coche de Charles Leclerc.