Aston Martin lo ha dejado claro. Lo ha dejado más que claro. Lo ha hecho por medio de Tom McCullough, de su jefe de rendimiento. De uno de los grandes nombres del equipo de Silverstone. De la marca a la que Lawrence Stroll quiere llevar a lo más alto de la F1. Ha dejado claro que en Hungría habrá cambios... pero no milagros.

Que no hay que esperar más que aquello que hay que esperar después del triplete de carreras formado por Barcelona, Austria y Gran Bretaña. Que no van a pasar de estar donde están a, de repente, empezar a pelear por estar en las posiciones de delante.

Así lo ha dicho en Silverstone, lugar en el que al menos parece no va a volver a repetirse el gran desastre que fue el pasado Gran Premio disputado en Spielberg.

"El coche no va a pasar a..."

"¿Hungría? Será un cambio razonable en la filosofía del coche, pero todo es siempre relativo", cuenta.

Pero de milagros, nada: "El coche no va a pasar a estar en la zona de delante de la parilla".

"Todo va a ser cuestión de si vamos por el lado correcto y por cuánto, pero...", cuenta el jefe de rendimiento de Aston Martin.

Porque Hungría puede ser el nuevo punto de inicio para el equipo inglés: "Es donde están previstas las piezas principales".

"Pero para Spa, para el Gran Premio de Bélgica, también tendremos ciertos elementos específicos", sentencia un McCullough que ya habla de la prueba que se disputa del 26 al 28 de julio.