El principio del Mundial era mucho más parejo que la situación que hay ahora mismo, en la que Max Verstappen está incontestable. En las primeras carreras, había mucha más igualdad con el neerlandés, con Charles Leclerc, Carlos Sainz y con 'Checo' Pérez.
Este año, los Mercedes han dado un paso atrás y no están en la lucha por el Mundial. De hecho, tras el Gran Premio de Mónaco, que ganó el mexicano, Pérez estaba a tan solo 15 puntos de su compañero.
Sin embargo, poco a poco Max ha mostrado ser superior a todos los demás y se ha comido a todos sus rivales, sacando 116 puntos al segundo clasificado, Leclerc.
Pérez incluso ha confesado perder la confianza. Y es que desde esa victoria, tan solo ha hecho tres podios en Bakú, Silverstone y Spa.
Ahora, su propio equipo ha salido a dar explicaciones sobre su bajo rendimiento. El problema parece estar en que el mexicano ha adaptado el coche a su gusto y es por que le está costando encontrar el rendimiento.
"Hay múltiples factores, pero el principal es claramente el equilibrio del coche y la confianza a bordo en comparación con el comienzo del año, cuando el coche estaba un poco más equilibrado para Checo y un poco menos para Max", explica Pierre Wache, responsable técnico de Red Bull, en 'The Race'.
"Y después, encontrar una configuración adecuada para Checo, es bastante difícil que esté lo más cerca posible para vencer o pelear con Max. Después del desarrollo que introdujimos durante la temporada, el coche se alejó de eso", añade.
Más comodidad, menos rendimiento
"Es difícil cuando tratas de desarrollar el coche, en teoría, para el rendimiento y después te encuentras atascado en términos de herramientas de configuración para reequilibrarlo. Entonces significa que tendrás que bajar un poco el rendimiento para lograr el contrapeso correcto, el deseado. No es mucho lo que se pierde, pero se va en esa dirección", señala, alegando que el mexicano ha perdido rendimiento por ganar en comodidad.
Al principio de la temporada, muchos equipos se encontraron con problemas de sobrepeso en los coches. Cada monoplaza debe pesar mínimo 798 kilos y al inicio, Red Bull tenía 10 kilos de más.
"El peso es un aspecto, sin duda, pero es parte de la puesta a punto del coche. Al comienzo de la temporada, no teníamos la posibilidad de mover el peso, entonces es parte de la configuración", explica.