Carlos Sainz completó en el Gran Premio de Turquía una de sus mejores carreras en su trayectoria en Fórmula 1. De hecho, fue designado 'piloto del día' por primera vez en su vida.
El madrileño, tras cambiar la unidad de potencia, partió desde la 19º posición, cruzando la línea de meta en octavo lugar.
Sainz ejecutó adelantamientos de suma destreza a Vettel, Giovinazzi, Raikkonen, Russell, Ricciardo y Ocon, pero su lastre fue el 'pit-stop'. Una vez más.
En su parada en boxes, el '55' estuvo ocho segundos detenido sin poder avanzar, lo que se intuyó en la retransmisión como un nuevo error de Ferrari.
Mattia Binotto, jefe de la 'Scuderia', explicó tras la carrera a 'As' qué había ocurrido con Carlos: "El pit-stop acabó en un tiempo normal, pero la señal del semáforo manual de que la maniobra estaba completada no se recibió en el sistema. Lo que fue mal es esa señal manual, que tendremos que analizar con detalle. Es una pena, porque el pit-stop estaba completado".
Sainz, por su parte, se mostró satisfecho, dejó el error a un lado y ya mira a Austin: "No es un día para lamentarse, ha sido muy positivo. Conseguí rodar en medio del grupo con muy buen ritmo y varios adelantamientos, minimicé el daño de la penalización del motor, que era el objetivo, y me divertí mucho durante la carrera, especialmente en el primer 'stint', cuando se podía adelantar antes de que hubiera un carril seco"
"Por eso no puedo estar decepcionado. Siempre queda el sentimiento del 'y si...', especialmente con un pit-stop lento que nos costó mucho tiempo, porque luego estuve atrapado detrás de Ocon durante siete vueltas. Si lo olvidamos pronto, es un día para estar contentos en lugar de decepcionados", añadió.