Fernando Alonso se lo está pasando en grande en su regreso a la Fórmula 1. Está disfrutando, está feliz. Está contento por haber vuelto con el Alpine y se le nota con la ilusión de un niño. De un debutante. De alguien que tiene hambre y ganas por pilotar en el Gran Circo. Sí, en el GP de Estiria, en Austria, lo ha demostrado. Y ha respondido claramente a la pregunta que muchos se hacen.
A la de por qué ha regresado. A la de por qué en Alpine, sabiendo que Alpine no está para ganar y a lo mejor ni tan siquiera llega a estarlo algún día. Pero ha vuelto porque se lo pasa bien. Porque quiere pasárselo bien. Su radio tras pasar el corte de una durísima Q2 lo dice todo.
"Preciosa la vuelta. Me lo he pasado bien. Cualquiera que sea la posición, he disfrutado", dijo por radio al equipo Alpine.
Ya ha igualado a Ocon en clasificación
Y los franceses, encantados. Encantados de tener a todo un bicampeón en sus filas y de ver cómo con cada carrera, con cada fin de semana, Alonso mejora y mejora para recordar al piloto que maravillo a todos y a todas en sus mejores tiempos. En esos años en los que él domaba a la máquina y sacaba lo mejor que el monoplaza tenía en sus entrañas.
Ahora está retomando dicha costumbre. Tras un comienzo de aprendizaje, Fernando ha igualado a Ocon en clasificación con unas brillantes 'qualys' los sábados. Esteban cayó en Q1, siendo la gran sorpresa desagradable de la sesión, y Alonso, directo a Q3.
Sabiendo buscar todo el limite del Red Bull Ring. Cada vértice, cada milímetro de asfalto en el que pudiera mejorar esas pequeñas milésimas por las que se iba a decidir su pase a la Q3. Lo logró, dejando atrás, desgraciadamente, a Carlos Sainz y a su Ferrari.
Octavo puesto de salida en Austria
Al final, octavo tras la sanción a Yuki Tsunoda. Y ya se sabe que Fernando es un piloto de domingos...
Te puede interesar
Fernando Alonso: "¿Que dónde estaré en 2024? Aquí, seguramente..."
Max Verstappen estalla por radio contra Lewis Hamilton en Estiria: "¡Siempre está en medio!"
La nueva 'batallita' entre Red Bull y Mercedes: "Quizá nos digan hasta dónde sentarnos"