Aston Martin está muy lejos de los cuatro equipos más rápidos de la Fórmula 1. Su lucha es con los Alpine, los Williams o los Haas. Lo vivió en primera persona Lance Stroll en el Gran Premio de Países Bajos, donde sólo pudo ser decimotercero.
Lejos de Fernando Alonso, que logró el último punto, el canadiense sufrió mucho con su AMR24. En una radio a falta de cuatro vueltas demostró que estaba viviendo una auténtica pesadilla.
"Los neumáticos están muriendo... todo se siente terrible", dijo Lance a su ingeniero por la radio.
Tan terrible que no pudo pasar ni a Daniel Ricciardo ni a Nico Hulkenberg para alcanzar la posición de Fernando.
La realidad de Aston Martin es muy complicada. Fernando pronosticó luchar por la novena y décima posición en lo que queda de mundial de Fórmula 1. Y parece que Lance sufre para alcanzar esas posiciones.