Fernando Alonso demostró en Canadá que es un maestro en agua. Que cuando hay condiciones complicadas pocos, o nadie, tiene las manos que él tiene sobre un coche. En los Libres 2, el asturiano marcó el mejor registro de las sesión metiéndole además más de cuatro décimas a George Russell.

Y es que el bicampeón del mundo, ahora en Aston Martin, se lo pasó estupendamente en Montreal. Mostrando unas aptitudes como ningún otro, dejó claro que en caso de que si en clasificación o en carrera se repite lo visto en los Libres 2 él va a estar ahí.

Va a estar con los mejores. Con los Red Bull. Con los McLaren. Y sí, también con los Ferrari. Con los monoplazas rojos. Con, por ejemplo, Charles Leclerc. Con un piloto que se llevó un buen rapapolvo por radio del campeón asturiano.

Porque cuando Fernando estaba en vuelta apareció el monegasco. Apareció el vencedor del último Gran Premio de F1. Ahí estaba, como si con él no fuera la cosa, sin ver o sin estar pendiente de que alguien venía rápido por detrás. Sin saber que tras él estaba Alonso.

Claro está, hubo mensajito del asturiano por radio a Aston Martin quejándose de la actitud de Charles Leclerc en Canadá.

"¡Va sin espejos retrovisores!"

"Leclerc... es el tío más lento en la última curva. Va sin espejos retrovisores. ¡Típico de Ferrari!", dijo a su equipo.

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Fue además una sesión más bien movida para Leclerc, pues se llevó una investigación por montar gomas intermedias cuando la sesión, en ese momento, estaba declarada en seco.