Fernando Alonso sale de China reforzado. Sale tras un séptimo puesto. Tras conseguir la vuelta rápida. Tras volver a poner al Aston Martin por encima de lo que decía la F1 y de lo que pensaba incluso su propio equipo. Porque, tras ser tercero en la clasificación de Shanghai, termina con una buena ración de puntos tanto para él como para su escudería.
Mientras otros, otros como Lance Stroll, se llevaban puesto a un rival en pleno coche de seguridad, él se puso a leer la carrera a la perfección. Tras ver cómo su estrategia de poner blandas fallaba, volvió para colocar gomas medias e iniciar la remontada.
Y es que a falta de unas diez vueltas regresaba a pista 12º. Fuera de puntos. Sí, pero con neumáticos frescos para la ocasión. Fue entonces cuando sacó la magia para volar en Shanghai... y para pensar al final de la carrera en qué habría podido pasar de no ser por lo que pasó el sábado.
De no ser por el sprint. Por un formato que por más que intenta reinventarse no logra convencer a todos. Porque es, en el fondo, una carrera más. Porque es, además, una prueba con poco para repartir y con mucho que perder. Bien lo sabe Alonso tras lo que sucedió en China.
Hizo casi todas las vueltas... para abandonar al final por un toque de Carlos Sainz. Pinchazo, y adiós. Y sanción de diez segundos. Y cero puntos. Todo, gastando neumáticos. Y lo ha dejado claro en 'DAZN' tars la carrera.
"Así nos ahorramos juegos de neumáticos"
Un recordatorio ha sido, porque ha ido en consonancia a lo que expresó tras la clasificación: "Lo mejor sería ni salir al sprint la próxima vez".
"Así nos ahorramos penalizaciones y también juegos de neumáticos para tener más el domingo. No teníamos suficientes", insiste Alonso.
No habrá que esperar mucho para el próximo fin de semana al sprint. Es, de hecho, en la siguiente carrera, en Miami, la pista en la que habrá otro tipo de prueba así.