A pesar de que el inicio de temporada de Red Bull es imposible de mejorar y de que han ganado absolutamente todas las carreras hasta ahora, los austriacos no van a levantar el pie del acelerador.

Max Verstappen, por su parte, ha ganado ocho de las diez carreras y parece completamente intratable, más aún si las mejoras funcionan. Por si fuera poco, Red Bull tiene completamente atados ambos títulos mundiales, tanto el de pilotos como el de constructores.

Aún así, Red Bull se une a la lista de equipos que presentarán nuevas especificaciones de cara al GP de Hungría y con ellas, 'a priori', se espera que ganen alrededor de dos décimas más de velocidad.

Unas mejoras que introducirán cambios diferentes áreas pero que, el cambio más notable, se producirá en la zona de los pontones. Asimismo, lo hace siguiendo los pasos de Aston Martin mientras que, por el contrario, los hombres de verde continúan tratando de innovar.

¿Dónde está el límite?

Además de contar con el piloto y el monoplaza más rápidos, los austriacos cuentan también con uno de los mejores equipos de ingenieros y, sobre todo, con la colaboración fundamental de Adrian Newey. Un hombre que es uno de los principales culpables de que Red Bull esté en lo más alto de la Fórmula 1.

Por ello, si a los resultados obtenidos hasta ahora por la marca de las bebidas energéticas le sumas que las mejoras finalmente funcionen, la solución es que las posibilidades de que los austriacos ganen todas las carreras sean más que realistas.