Desde que se conociese la salida de Lewis Hamilton de Mercedes rumbo a Ferrari se han acrecentado los rumores que unían el futuro de Max Verstappen a la marca de la estrella.

La inestabilidad que reina en Red Bull unida a la 'caza' que les ha dado McLaren esta temporada y al prometedor motor germano para el nuevo reglamento han dado alas a una hipotética salida del neerlandés de Milton Keynes.

De hecho, Toto Wolff, jefe de Mercedes, ya ha coqueteado en varias ocasiones con el tricampeón, asegurando sin tapujos que le gustaría contar con él.

Red Bull contraatacó poniendo sus miras en George Russell, quien tras el fichaje de Antonelli y con la sombra de Verstappen podría ser el damnificado.

Sin embargo, con el paso de las semanas, parecen que los humos se han calmado en ambos equipos.

Tanto Wolff como Helmut Marko han asegurado que no están interesados en los pilotos de del otro equipo y que si fuera necesario mirarán dentro de su estructura.

"Creo que por ahora nos vamos a centrar en nuestros jóvenes pilotos, a ver qué pueden hacer", aseguró hace unos días el asesor de Red Bull en la misma línea que lo hizo el jefe de Mercedes. Parece que ambas escuderías han firmado un pacto de no agresión... por el momento.