Si a Max Verstappen le caracteriza la agresividad, a Fernando Alonso la reacción en salida y a Charles Leclerc su velocidad en clasificación, Carlos Sainz domina el plano de la consistencia y regularidad.
El piloto madrileño, tras una temporada y dos carreras vistiendo el rojo de Ferrari, ha superado el máximo registro histórico de Grandes Premios terminados de manera consecutiva de Kimi Raikkonen (30) y Alonso (29).
Sainz suma 31 carreras en las que ha visto la bandera de cuadros al término del domingo, demostrando una regularidad que ya denotó en su etapa en McLaren junto a Lando Norris después de curtirse en Toro Rosso y Renault.
Y esa es su baza para luchar por el Mundial de Fórmula 1 este 2022. Charles Leclerc lidera la clasificación de pilotos con 45 puntos, 12 más que Carlos y 20 unidades por encima de Verstappen.
En un campeonato que parte con Ferrari y el monegasco y Red Bull y el neerlandés como principales favoritos en la contienda, un toque entre ambos o un fallo del monoplaza como le sucedió a 'Mad Max' en Baréin puede abrir la puerta de la corona al '55'.
Cabe reseñar que Carlos, a diferencia de Leclerc, no tiene del todo domado el F1-75, por lo que sus tiempos no alcanzan a los de su compañero... de momento.
Pues bien, con un calendario de 23 carreras y con solo dos fechas tachadas, Red Bull ya descarta al madrileño de la pelea por el título. Helmut Marko, asesor de los de las bebidas energéticas, se ha olvidado de Sainz en un ataque más de la 'Guerra Fría' que mantienen con Mercedes.
"Creo que es mejor pelear con Leclerc y con Ferrari que con Mercedes. Ahora es más a nivel deportivo. Sé que sólo hemos tenido dos carreras, pero no creo que haya discusiones como con Mercedes", ha señalado en 'De Telegraaf'.
"Es una nueva rivalidad. Mercedes es medio segundo más lento ahora, pero quién sabe, es posible que puedan resolver sus problemas. Nosotros tampoco nos dormimos. Trabajamos duro para seguir desarrollando el coche", ha añadido.
En la general de constructores, Mercedes supera a Red Bull en un punto después del doble abandono de los de Milton Keynes en Baréin, pero Toto Wolff, jefe del equipo, no se desmarca de la lucha por el título a pesar del pobre nivel demostrado por el W13.
"No vamos a descansar hasta que volvamos a estar en la lucha. Esto está siendo un ejercicio de humildad y nos va a hacer más fuertes. Ahora no no estamos divirtiendo. Hemos estado ocho años arriba, disfrutando del gran espectáculo que es la F1. Por eso es extremadamente doloroso lo que nos está pasando", señaló el austriaco tras la carrera.