Cerca estuvo de acabar en tragedia el comienzo del Gran Premio de Bélgica 2012. Esa carrera en la que Fernando Alonso vio cómo el Lotus de Romain Grosjean rozaba su cabeza, en un accidentado inicio en el que se señaló directamente a un piloto galo al que sancionaron, por su maniobra, en el GP de Italia.
Ahora, en palabras que recogen en la edición francesa de 'Motorsport', ha sido tajante en su reflexión sobre lo que sintió tras su penalización.
"Fui asesinado por los comisarios", afirma un Grosjean que ese curso se quedó muy cerca de ganar en, por ejemplo, Valencia.
Tras eso se mostró más agresivo, y en Bélgica provocó un accidente que sigue asustando al verlo repetido.
"Hubo al menos otras dos ocasiones en las que pasó lo mismo. Nadie fue inhabilitado", insiste.
Y lo deja claro: "Acepté la sanción, pero no estoy de acuerdo. Merecía algo, seguro... pero observaron las consecuencias en vez de la acción en sí".
Fue en Spa el primero de los dos abandonos que tuvo Fernando Alonso en ese Mundial, que acabó con el título de Vettel en un final apretadísimo en Brasil. El otro, en Japón, también tuvo a un Lotus como protagonista. En dicha ocasión, fue con Kimi Raikkonen.