Si algo fue lo que empujó a Fernando Alonso a embarcarse en el proyecto de Aston Martin y, por ende, dejar Alpine fueron las continuas referencias de la marca francesa a su edad.
Eso de 'mirar el pasaporte' continuamente al bicampeón del mundo de Fórmula 1 no le dio toda la confianza que necesitaba, y que por otra parte está demostrando de la mano de los de Silverstone, con los que ha sumado cuatro podios en cinco carreras.
En declaraciones a 'RacingNews365', el asturiano ha reflexionado sobre su edad. En 2018 dijo 'hasta luego' a la F1... lo que ahora, cinco años después y cerca de cumplir 42 primaveras, le ha servido para estar al 100%.
"El tiempo muerto me ayudó, quizás no tanto en el estilo de conducción, pero creo que en la mentalidad, en el enfoque y en la motivación", ha explicado.
De hecho, se ve mejor que cuando ganó sus dos Mundiales: "Tengo las baterías llenas ahora, mientras que en 2018 estaba vacía, así que ayudó. Y luego, si comparo mi conducción, o trato de compararme con 2005 y 2006, estoy mucho mejor ahora. Cien por cien".
Alonso incide en diferenciar la F1 de deportes como el fútbol o el atletismo: "La edad es un factor seguro, pero no es lo que la gente piensa cuando ve otros deportes. No estamos en la carrera de 100 metros, no somos futbolistas. Necesitamos nuestra fuerza para conducir el coche rápido, necesitamos que el coche rinda, la experiencia y necesitamos la motivación".
Por ello, cree que la edad le concede una "ventaja" en el 'Gran Circo': "A mi edad sigo rindiendo. Con la edad, en todo caso, trato de pensar que hay una ventaja, porque conozco más circuitos, conozco más condiciones, sé más cosas".
"Además, en el tiempo que no ganaba, o el tiempo que no subía al podio, o el tiempo que ha pasado desde mi última victoria y cosas así, la gente empezó a olvidar que, hace tres años, era Campeón del Mundo en Le Mans, en Daytona o corriendo el Dakar y terminando segundo en una etapa contra los mejores pilotos", ha zanjado reivindicándose.