Alpine es una de las grandes incógnitas en el Mundial de Fórmula 1 de 2022. Con todas las miradas puestas en Mercedes, Red Bull y Ferrari, los franceses llevan años trabajando en el coche del presente año y dejando a un lado todo lo que tuviera que ver con el monoplaza en temporadas anteriores. Aún así, ya en 2021 lograron un triunfo.
Ahora, Fernando Alonso, que algo sabe de esto, ha avisado ya de que el motor del coche, presumiblemente de colores azul y rosa, es rápido. Y es nuevo. Y además tiene un concepto diferente al que habían utilizado en estos años.
Porque en Alpine van a apostar todo a la potencia más que a la fiabilidad. A tener una unidad de potencia top, rápida y de las que mandan. Porque han decidido seguir el camino que en Mercedes ha funcionado a la perfección, y que tampoco le ha ido mal a Honda.
La clave, el esquema de turbina y el compresor espaciados, algo que hace que ambas se encuentren en el mismo eje conectadas al MGU-H. Así se ayuda a la aceleración porque no tiene que gastar energía en girar la turbina.
Así lo ha explicado Laurent Rossi, gran responsable de toda esta estructura: "Hay que elegir entre fiabilidad y potencia. Es complicado lograr ambas a la vez, así que es importante ver cuál es nuestra dirección. En 2021 nos enfrentamos a problemas en términos de fiabilidad y elegimos eso, pero..."
"Pero les dije a todos que había que buscar el rendimiento, que dejásemos de lado todo lo demás. Para mí es mejor tener muchos CV y no algo que sea fiable que no tiene potencia", sigue.
Además, Rossi ha confirmado un cambio en el concepto de la centralita eléctrica: "El motor ha sido completamente rediseñado. Es completamente nuevo. Es más compacto, ahora puede ir más cerca del piloto".
"Es más ligero. Ahora puede funcionar en una gama más amplia de condiciones, entre las que se incluyen las temperaturas y la presión. Es una opción real de dar la vuelta a la situación y de reducir más todavía la brecha con los líderes", afirma Rossi.