La temporada 2016 fue una de las más intensas que se han vivido en Fórmula 1. Dos compañeros de equipo lucharon por el título: Lewis Hamilton y Nico Rosberg. Y ocurrió de todo. Piques en la pista y también fuera de ella. La amistad era imposible. El propio Rosberg lo ha explicado en primera persona.
En declaraciones a 'Eurosport', reconoce el alemán que esa relación fue muy complicada sobre todo en 2016, cuando lucharon por el título de campeón del mundo: "No es algo que viniera de antes, sucedió mientras peleábamos por el título".
"Desafortunadamente, así son las cosas, las amistades no funcionan cuando luchas por la victoria en cada carrera o por el mundial", reconoce el que fuera campeón del mundo en ese año.
"Se acumuló en cada fin de semana, si quieres ser un campeón, no puedes jugar. Tienes que probar los límites y entrar en áreas grises para vencer, sobre todo cuando ambos pilotos están a tan alto nivel", comenta.
Recuerda Rosberg cómo fue esa brutal batalla: "No me arrepiento de nada, fue una época sensacional y tuvimos una gran pelea".
"Estoy muy orgulloso de eso, pero ahora tenemos una relación más neutral, lo que está bien, y es gracioso porque estamos peleando entre nosotros de nuevo en la Extreme E", cerró el campeón del mundo.
Tras ese mundial, Rosberg dijo adiós a la Fórmula 1. Y Valtteri Bottas, que se convirtió en su sustituto, no pudo luchar con Hamilton por el campeonato, pasando a ser su escudero.