Qué importante es tener un buen motor en la Fórmula 1. Uno rápido. Uno, además, fiable. Potente, pero que no se rompa. Y sí, eso tienen en Mercedes. Eso han logrado los alemanes durante todas estas temporadas. Y eso es lo que, de nuevo, tendrá a sus disposición Fernando Alonso con un Aston Martin que se frota las manos con un 2024 en el que las esperanzas y el suflé están muy arriba.

Los alemanes, una vez terminada la temporada, están trabajando. Trabajando en la fábrica. En lo que llevarán para el próximo curso tanto en su chasis como en el interior del mismo. Porque sí, también están dando forma a una unidad de potencia que quiere volver a dominar.

Con Renault como la cuarta marca en cuanto a motores, la igualdad entre Mercedes, Ferrari y Honda, o Red Bull PowerTrains, está ahí desde hace varios cursos. En prácticamente todo, porque los nipones legaron a los de las bebidas energéticas una unidad de potencia que ya quisiera haber tenido Alonso en McLaren.

Ahora cuenta con una alemana. Con una que ha demostrado que sabe ganar a pesar de que no haya podido hacerlo en 2023. A pesar de que, más por idea del coche que por el motor, lleva un par de años algo escondida. Por ello, para ir abriendo boca, en Mercedes han encendido ya sus motores.

Unos que tendrá Fernando Alonso. Unos que tendrá Aston Martin en su interior hasta que, cosas de la vida, pongan Honda en su 'corazón'. De momento, Mercedes.

Y suena estupendamente. Con todavía algunos meses por delante hasta poner los coches en pista, Mercedes da pasos para ilusionar tanto al equipo de fábrica como a sus clientes. Como a Aston Martin. Como a McLaren. Como a Williams.

Se presenta un 2024 de todos contra Red Bull. De muchos equipos muy igualados con un Verstappen superior visto lo visto en el ya pasado Mundial. Max, a por el tetracampeonato... salvo que alguien lo evite.