Pocas veces posiciones tan contrapuestas se juntan. Y cuando eso sucede, es que la idea que ha habido por parte de un tercero no es precisamente buena. Eso ha pasado en la F1, con la posibilidad de ofrecer parrillas invertidas para aumentar la 'diversión' en pista y para el espectador... algo que no ha gustado nada ni a pilotos ni a jefes de equipo.
Y ni tan siquiera de la misma escudería, pues Sebastian Vettel y Toto Wolff tienen prácticamente la misma opinión en este asunto.
El piloto de Ferrari es contundente: "Si es el camino a seguir es la prueba de que se ha fallado con las reglas para crear carreras más igualadas. Cuando se cambió el alerón delantero, que costó una fortuna, no se logró nada".
"En 2022 hay puestas muchas esperanzas con el cambio de normas y creo que hay que centrarse en eso. Abordar esos puntos antes de jugar a la lotería", afiró Seb.
Vettel considera que el dominio de Mercedes es porque ellos han hecho un mejor trabajo que el resto: "No me gusta que ganen otros, pero tengo que aceptar que si lo logran es porque lo han hecho mejor. Estaría mal mezclar cosas de esa manera".
Por su parte, Wolff cree que no sería justo: "Nadie quiere un ganador que haya comenzado desde una parrilla invertida. No creo que haya cambiar formatos. No es por Mercedes, a mí me gustan la variabilidad y la imprevisibilidad, como vimos en Monza".
"Es meritocracia. Es un deporte donde el mejor hombre y la mejor máquina ganan. No es un reality show", dice Wolff.
Ni siquiera los pilotos de detrás de la parilla parecen estar conformes con esta opción. George Russell, de Williams, prefiere seguir como hasta ahora: "Nos comerían vivos. Nos defendemos como locos para contener a coches que son más rápidos y que nos harían parecer idiotas".
"Con esos coches esos pilotos parecerían héroes adelantando a todos. Para los Williams, Haas, Alfa Romeo... es imposible", dice.
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