Nada puede hacer Fernando Alonso con este Aston Martin. Está condenado a la parte baja de la tabla y como mucho aspirar a luchar por los puntos. En Barcelona, ni eso. Cruzó la línea de meta en decimosegundo lugar, siendo superado de manera muy flagrante por los dos Alpine.
Y después, ante los medios de comunicación, lanzó un serio aviso al equipo que dirige Mike Krack. Está esperando las mejoras, pero también las esperaba a comienzo de temporada y no llegaron. No quiere promesas, quiere que toda la fábrica trabaje en la misma dirección.
"Estamos entendiendo muchas cosas, pero las soluciones tardarán. Espero las mejoras, pero las esperamos el año pasado y a principios de este. Creo que es el momento de poner cosas en la pista y no prometer nada, solo trabajar. No va a haber nada mágico de aquí a Austria. Va a ser muy difícil puntuar en los próximos grandes premios. Intentas empujar y desgastas más los neumáticos. Creo que se pueden esperar mejoras importantes", dice el bicampeón del Gran Circo.
Ahora las actualizaciones no funcionan como en el pasado. Los ocho podios de 2023 quedan muy atrás: "El año pasado metías mejoras y el resultado ahora era otro, pero ahora hemos entendido el por qué. Creo que ahora hay más confianza que hace tres o seis meses, pero no sirve de nada decirlo".
Sobre Montmeló, donde ni él ni Lance Stroll pudieron aspirar a los puntos, cree que todo se había torcido ya desde el inicio: "Hemos tenido una carrera difícil, desde la salida ya perdimos posición. Lo peor es no tener ritmo, y cuando hay tan poco agarre desgastas mucho los neumáticos".
Y ni la próxima semana ni la siguiente habrá buenas noticias: "Un fin de semana complicado, como creo que va a ser Austria y Silverstone".