Alpine va de problema en problema. Los franceses son, sin lugar a dudas, los grandes perdedores de los test de pretemporada en el Circuito de Sakhir, y a falta de una semana para el inicio del Mundial, su único objetivo es evitar ser el farolillo rojo de la parrilla.
Tras el batacazo de 2023, que hizo saltar por los aires la cúpula del equipo, han apostado por una revolución total, cambiando todas las áreas del coche, y las primeras sensaciones no son nada buenas. Pierre Gasly y Esteban Ocon cerraron el último día de pretemporada en la decimoquinta y decimoséptima posición, respectivamente.
Pero los tiempos no son lo más preocupante, pues ambos pilotos se han quejado del coche y lo han calificado como "inconducible".
"Hemos puesto el coche al revés, hemos hecho muchas pruebas. Así que esperemos que algunos análisis y respuestas nos aporten más rendimiento, y entonces, lo averiguaremos, nadie se esconderá más el próximo viernes, pero pienso que tendremos que ser pacientes, aunque no sea lo que nos gusta como pilotos", comentó Pierre Gasly al finalizar el test del viernes.
El principal motivo de esa falta de rendimiento sería el exceso de peso. El A524 estaría muy por encima del mínimo de 798 kilos que marca el reglamento, lo cual provoca que el coche sea enormemente inestable.
"El coche es lento tanto en tandas largas como a una vuelta, y además tiene sobrepeso", han asegurado fuentes de Alpine a 'Auto Motor und Sport'.
Si no logran revertir la situación en los cinco días que faltan para el inicio del Mundial, todo apunta a que podríamos ver a Ocon y Gasly cerrando la parrilla en el Gran Premio de Bahréin.