Ya logró el mejor adelantamiento en marzo... y quiere que sea así también en abril. Sí, es lo que parece ser que busca Fernando Alonso. Que busca un piloto que, como pasó en Bahrein con Hamilton, se ha inventado una zona inexistente para una maniobra más que arriesgada en el GP de Azerbaiyán.Y ya van unas cuantas.
Muchas son las ocasiones en las que Fernando Alonso ha puesto en pie a los presentes en la pista como a los que presencian cada carrera por televisión. En esta ocasión, se la hizo a Carlos Sainz. Se la hizo a alguien con quien tuvo sus más y sus menos en la prueba del sábado.
Fue después de una lectura excepcional, avisando por radio a Aston Martin sobre cómo estaban los neumáticos de Lewis Hamilton. Respondió al mensaje de Lance Stroll, en el que avisaba de que no iba a atacar a su compañero, cuando vio cómo las ruedas del inglés iban a decir adiós en breve.
Y en la curva 4...
Así fue, y luego ese golpe de suerte con un 'safety car' que redujo las distancias a cero. Cuando el coche de seguridad se fue llegó el momento.
Ni se lo cocinó. En la curva 4, por un espacio casi inexistente, Alonso le tiró el coche a Sainz por un interior en el que faltó poco, muy poco, para tocar protecciones. Pero no fue así, y el regalo para el espectador fue un adelantamiento tremendo que, otra vez, se postula como lo mejor del mes... y del año.
A él se regaló ganar una posición con un Ferrari. Contra el de Sainz. Contra el de un piloto del que ni se tuvo que defender y al que en cada vuelta le sacaba más y más tiempo.
Para ello, pasada imposible a Sainz en una pista, la de Bakú, que lujos permite más bien pocos. Solo los mejores pueden gustarse en Azerbaiyán como se ha gustado Alonso.