Adrian Newey está, salvo sorpresón inesperado, a escasas horas de formar parte del equipo Aston Martin. El legendario diseñador, autor de coches campeones en Williams, McLaren y Red Bull, será la joya de la corona de Lawrence Stroll para un equipo que ha organizado ya una rueda de prensa... que ha generado una expectación máxima.

Normal, viendo lo que pueden tener entre manos. Porque él es quien está detrás del gran coche campeón de la F1 actual. Porque sin él, casualmente, en Red Bull no dan una a la hora de evolucionar el coche. Porque va a formar pareja con Fernando Alonso. Por fin.

Así está de agitada la F1. Saben qué es lo que puede suceder. Ya lo han vivido. Lo han vivido cuando puso a Williams en lo más alto. Cuando hizo lo mismo con McLaren. Cuando llevó a Red Bull de ser equipo de media tabla a dominar con Sebastian Vettel. Ahora, a Aston Martin.

No fue el único equipo que lo intentó, porque Ferrari y McLaren también tentaron al inglés. Pero no, su oferta no fue suficiente. Por dinero, por cercanía. Por lo que fuese. Aston se ha llevado a Newey, con un ofertón de 30 millones y un contrato de cinco años. Le van a pagar hasta con acciones, según la prensa inglesa.

Mientras, los que no tienen a Newey ya se hacen a la idea de lo que está por venir. Es el caso de Flavio Briatore, el legendario jefe en Renault en los dos Mundiales de Alonso, que ha hablado de la figura del inglés y de, de forma velada, Aston Martin.

"¡Era demasiado barato para mí!", dijo al comenzar Briatore entre risas en palabras que recogen en 'Motorsport'.

"La F1 no es un deporte de egos"

Y sigue: "La F1 no es un deporte de egos, y un solo hombre no cambia a un equipo".

"Claro, pueden comprar lo que quieran. Pero el resultado no estará relacionado con sus compras", sentencia un Briatore que bien puede hacer referencia no solo a Newey, sino también a los fichajes de Enrico Cardile y Andy Cowell por Aston Martin.

Ya se verá el resultado de las "compras" de Aston Martin, pero apuntando a 2026 cualquier cosa que no sea pelear por el Mundial, con toda la inversión realizada, será un toque grande de atención. Se acabaron las excusas.