Ha pasado casi una semana, pero la polémica acontecida el pasado domingo entre Max Verstappen y Lando Norris en el Gran Premio de los Estados Unidos sigue coleando. En el tramo final de la carrera en el Circuito de las Américas, el piloto de McLaren intentó adelantar al de Red Bull en la pelea por la tercera posición, pero Verstappen no quiso dar su brazo a torcer y echó a Norris de la pista.
Lando tampoco pensó en levantar el pie del acelerador y le adelantó más allá de los límites, lo que provocó una protesta de Red Bull. Los comisarios de la FIA apenas necesitaron un par de minutos para considerar que el adelantamiento de Norris no era legal, por lo que le sancionaron con cinco segundos, haciendo que cediese el podio a su gran rival en la pelea por el título.
Esta decisión ha sido el gran tema de conversación a lo largo de la semana en el paddock, hasta el punto de que McLaren presentó una protesta formal ante la FIA que fue rechazada este viernes.
En la previa del Gran Premio de México, Max Verstappen fue preguntado sobre las protestas de Norris, y aseguró que él, al no ser británico, no podría quejarse como lo hace su perseguidor en el Mundial. "Tengo el pasaporte equivocado, no es el país correcto, para quejarme", aseguró el neerlandés en la rueda de prensa oficial de la FIA.
"Estoy muy contento con mi pasaporte, pero en esa zona, aparentemente, debería haber tenido un pasaporte diferente", añadió el tricampeón del mundo, dejando caer la predilección de los organizadores del campeonato por los pilotos británicos, como ya hizo en más de una ocasión cuando peleó por el título con Lewis Hamilton en 2021.
Además, el piloto de Red Bull se mostró satisfecho con ampliar su ventaja sobre Norris en el campeonato y aseguró que ni hizo nada ilegal para mantenerlo detrás.
"No esperaba poder mantenerlo detrás de mí, porque eran mucho más rápidos. Hice todo lo que pude y al final, terminamos por delante de él, por supuesto con esa penalización, así que no podemos quejarnos", concluyó Max Verstappen.