Lewis Hamilton ha activado el 'hammertime' desde Brasil. Desde, más concretamente, ser descalificado de la clasificación de Interlagos. Con un sprint bestial en el que ganó 15 posiciones, en carrera se soltó teniendo un ritmo superior al de Max Verstappen. Lejos de ser una anécdota, en Catar, en Losail, el de Mercedes ha vuelto a hundir la moral de su rival por el Mundial de Fórmula 1.
Porque parece que el neerlandés, y Red Bull, ha despertado al león. Ha despertado al animal que Lewis lleva dentro de él y que aparece cuando debe aparecer. Le han cabreado, y no hay nada peor que eso. Porque Hamilton está, posiblemente, en su mejor momento de la temporada. Está en modo campeón del mundo.
En la clasificación del GP de Catar, carrera que se estrena en la Fórmula 1 esta temporada, el inglés no tuvo rival y realizó en Q3 una vuelta que se puede resumir, simplemente, como perfecta. Ni un solo error. Ni uno solo. El Mercedes, sobre raíles en el asfalto catarí.
Cuatro décimas sobre Verstappen
Tras un primer intento en el que se fue algo en la curva 1 y 2, en el último salió antes que el resto sin importarle lo más mínimo la mejora de la pista. Porque para mejora ya estaba él. Y vaya si mejoró.
Tres décimas en el primer sector, y luego siguió. Luego dejó claro que va a vender muy caro su título de campeón. Al final, 1:20.827. Simplemente salvaje.
Por radio no tuvieron más remedio que rendirse ante él. Y le dijeron lo que debían decir. No solo que Verstappen era segundo, sino que estaba a, ojo, cuatro décimas de su tiempo.
Feliz por la radio
"¡Vamos! Buen trabajo chicos", respondió un pletórico Hamilton que tiene mucho terreno ganado para llevarse la victoria en Losail.
El Mundial está como pocas veces antes en los últimos años. Por primer vez en muchísimo tiempo, dos pilotos de dos equipos distintos pueden llevarse el título a falta de tres carreras.
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