Robert Kubica regresó este año a la Fórmula 1 después de un auténtico calvario. El polaco, uno de los pilotos más prometedores de su generación, sufrió un accidente de rally en 2011 que le dejó la mano casi inoperativa, pero a pesar de todos los presagios pudo volver al Gran Circo con Williams.
Su vuelta, eso sí, no fue la soñada. Con un coche prácticamente inconducible, Kubica marcha penúltimo en el Mundial justo por delante de su compañero de equipo. El resto de pilotos, eso sí, le tienen en un altar. "Es de los más talentosos que he conocido", dice Hamilton.
Kubica no tiene asiento para el próximo curso, y a pesar de la temporada que está teniendo sabe que ha hecho lo más complicado. "Pasar lo que pasé y poder competir es el mayor logro de mi vida", afirma.
"Evaluaré todas las opciones posibles", dijo Kubica antes del GP de Singapur.