Ferrari tenía entre ceja y ceja el tercer puesto del Mundial de constructores para este 2021. Un tercer puesto que parecía una utopía viendo de dónde venían y de lo horrendo que fue el año pasado. Sin embargo, tras el GP de Brasil, ahí están. Bronce y 31 puntos de ventaja sobre McLaren a falta de tres carreras. Sí, Charles Leclerc y Carlos Sainz lo han logrado.
Lo están logrando, porque aun quedan puntos en juego. Pero sí, la diferencia entre los de Maranello y los de Woking está creciendo. Está siendo así por el coche y por los pilotos. El monoplaza, desde el cambio de unidad de potencia, ha ido 'in crescendo'; y lo mismo se puede decir de Leclerc y Sainz.
Porque Carlos lo ha dicho, que cada vez se siente más cómodo con el coche. Y a pesar de que en esta ocasión no pudo acabar como él querría, con un sexto puesto que es poco, para él, comparado con la tercera plaza de salida, es poner a Ferrari tras Mercedes y tras Red Bull en un año, 2022, que puede cambiar todo.
En el caso del madrileño, desde el arranque todo se puso cuesta arriba. Lando Norris le tocó, aprovechando una mala salida de Sainz, y Carlos tuvo y tiene que dar gracias que el toque fue con su neumático y no con el chasis. Sin pinchazo, prosiguió.
Y fue de los que dejó clara su estrategia a dos paradas, usando dos gomas medias para dejar para el final el otro compuesto. Daba la sensación de que, de no haber tenido a Leclerc delante, podría haber sido más agresivo.
Pero era Charles el quinto, y lo sucedido en Méxicodeja claro que en Ferrari no tienen ganas de marcha.
Al final, quinto y sexto para Charles y Carlos, y Ferrari tercero en Constructores con 587,5 puntos por los 556 de McLaren. Quedan Catar, Arabia Saudí y Abu Dabi... pero el objetivo 'imposible' de Binotto al comienzo de 2021 está más cerca que nunca.
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