Marc Márquez se va de Alemania con una espinita clava. Sí, ha terminado segundo, pero un gran campeón como él siempre quiere más. Siempre quiere ganar. Siempre quiere ser el primero. A pesar del resultado, obtenido después de arrancar 13º, el ocho veces campeón del mundo no está del todo feliz.
"Nos vamos con buen sabor de boca... pero ha sido un fin de semana malo y debemos aprender", cuenta.
Porque quería batalla, algo que no pudo tener tras no poder pasar de la Q1 por ese incidente con Bradl: "De haber cuadrado todo podríamos haber luchado con Bagnaia y Martín".
Jorge se fue al suelo, y por poco le pasa lo mismo a Márquez: "¿Morbidelli? No me puse nervioso. Hice un click y le pase como le pasé porque iba encendido".
Luego, su hermano: "¿Qué hago? Eso es lo que pensé cuando le vi. ¿Le quito el podio? Lo intento? Luego Jorge se cayó y se nos aclararon las ideas. Los dos al podio".
Marc, eso sí, es realista: "Hay dos pilotos que van más rápidos que yo. Quizá en alguna pista pueda ganarles, como en Le Mans o en Jerez".
"Pero mirando las carreras que quedan... creo que nos van a sacar más puntos", dijo Marc tras la prueba de Sachsenring.