Ni el casco podía disimular la enorme alegría que tenía Aleix Espargaró. El catalán, que anunció su retirada antes del GP de Catalunya, logró la pole con un tiempazo de 1:38.190 que fulminó el mejor crono absoluto de la pista que él mismo puso el viernes y que le llevó directo a la primera plaza de salida.

Así estaba el catalán, en un fin de semana más que mágico y más que especial para él. Para un piloto que hizo que el box de su equipo viviese uno de los momentos más felices de lo que llevamos de temporada.

No tuvo otra Pecco Bagnaia que reconocer la brutal vuelta que había hecho el que en clasificación fue su gran rival. Saludo deportivo y amistoso entre los dos más rápidos de la Q2 de Montmeló.