Tras una durísima lesión en Jerez 2020, cuatro operaciones en el hombro derecho y varias temporadas aciagas con una Honda más que inestable, Marc Márquez decidió dar un giro de 180 grados a su vida para darse una última oportunidad de volver a sentirse competitivo.

El octocampeón del mundo fichó por Gresini para sentir si con la Ducati de 2023, la que era la mejor moto de la parrilla el año pasado, podía luchar por victorias.

Sin embargo, su llegada al garaje del equipo italiano no fue fácil por todo lo que venía arrastrando desde años atrás. Michele Masini, team manager de Gresini, ha hablado sobre ello en declaraciones que recoge 'Motosan'.

"Marc Márquez llegó a nosotros habiendo sufrido mucho mentalmente en Honda. Estaba en muy buena forma física, pero la moto no era competitiva", ha desvelado el jefe del equipo.

Eso sí, rápidamente percibieron ese 'ADN' de campeón: "Después de una o dos carreras nos dimos cuenta Marc Márquez sería rápido y lucharía por las victorias. Pero todavía falta algo. Nuestra moto es muy competitiva, pero tenemos que hacer el trabajo perfecto para darle la mejor moto y que pueda marcar la diferencia. Su adaptación aún no está al 100%".

De hecho, esa capacidad de exprimir la GP23 fue lo que más le impresionó: "Incluso cuando le damos una moto con la que no tiene buenas sensaciones, siempre empuja al 100%. Esta capacidad de Márquez para dar lo mejor de sí mismo, incluso cuando las condiciones no son óptimas, demuestra su compromiso y su mentalidad de campeón".