1.043 días después, por primera vez a lomos de una Ducati y no en una ocasión, sino en dos, Marc Márquez volvió a ganar en MotoGP.

Doblete en Aragón para certificar que ha vuelto a su mejor nivel, para cerrar su adaptación a la moto italiana y para apretar el Mundial.

Eso sí, los que conocen bien al ilerdense no dudaban de que esto pasaría tarde o temprano.

Alberto Puig, jefe del Repsol Honda, es un buen ejemplo de ello. "Marc quería ponerse a prueba, quería saber si, con una buena moto, seguía siendo competitivo", ha recordado en declaraciones a 'El Periódico' sobre la partida de Márquez.

Por ello, conociéndole, sabía que volvería a lo más alto: "Me alegré muchísimo de la victoria de Marc... y la esperaba".

Aunque esperaba que lo hiciera antes pensando que la "diferencia" entre la Ducati GP23 y la GP24 no era tan grande.

"Esperaba que ganase antes, pero me ha sorprendido mucho la diferencia que hay entre la Ducati de este año y la Ducati del 2023", ha explicado.

"Esa diferencia, que es importante, ha impedido que Marc ganase carreras en el primer tercio de temporada", ha zanjado.