Las últimas temporadas no están siendo las mejores a nivel personal para Marc Márquez. Sus operaciones en el brazo y la diplopía le están privando de lo que más le gusta: subirse a una moto. El seis veces campeón de MotoGP ha hecho un repaso a la actualidad y ha hablado de varios temas, entre ellos la situación con su actual equipo o una posible retirada.
El de Cervera habla sobre el estado actual de Honda: "No está perdida, pero está en un momento en el que sería muy fácil entrar en pánico. Y cuando entras en pánico, se toman decisiones en caliente, rápidas, que luego te puedes arrepentir. Lo bueno es que no hay nadie en el equipo con una venda en los ojos. Les digo: 'No creáis que cambiando pilotos se va a solucionar el tema'".
"No es un desastre. Es como un puzle, todas las piezas encima de la mesa y algunas están giradas. No estoy pidiendo la cabeza de nadie, pero en las formas de trabajar me da la sensación de que se está perdiendo información, ideas muy buenas, por el simple hecho... no sé, los 'mails' se pierden a veces", explica en 'DAZN'.
Aclara lo difícil que es manejar una moto: "Saldrá el típico que diga: 'Es una moto hecha para Marc Márquez'. Cuando dicen eso digo: 'Qué poco sabes de motos'. El piloto se intenta adaptar a la moto. Lógicamente, si una fábrica ve que un piloto va ganando... no toques mucho. Yamaha, el año pasado, ganó con Fabio... no toques mucho. Pero cuando ves la orejas al lobo tienes que cambiar".
"El 2021 fue un año malo. Ningún piloto tiene que decir: 'Este tiene que ser el proyecto y ésta tiene que ser la persona'. El piloto pide un proyecto ganador. Yo no sé los números del chasis; yo digo dónde está el problema. Hay una persona responsable, desde Japón, que tiene que estructurar todo", añade.
Márquez, con optimismo
Es optimista, a pesar de las dificultades por las que ha pasado por su brazo: "Estoy contento porque veo avance. El momento más difícil es cuando estás bien, haces vida normal y dices: 'voy a un quirófano a que me rompan el hueso y a volver a pasar por lo que pasé'. Te lo rompen y te lo vuelven a poner recto".
Márquez se sincera y asegura que su abuelo le pidió retirarse: "Mi abuelo me dijo: 'Nen, déjalo ya, tienes para vivir, lo que has hecho, hecho está, déjalo'. Le prometí a mi abuelo: 'Te prometo que es la última oportunidad para el brazo'. Le dije que si esta no... es que no quedan sitios por abrir".
"Es difícil a nivel de mentalidad: te sacan el cabestrillo, empiezo a mover el brazo, cojo un vaso normal, puedo pinchar el trozo de carne sin levantar el codo. Ahora como como una persona normal, son cositas. Hace un año que no levanta el brazo 90 grados. Llevo dos semanas de subidón, pero habrá bajadas, pasa", comenta.
También recuerda la última vez que disfrutó subido a una moto: "Jerez 2020, cuando me rompí esto. Luego, he ganado alguna carrera, pero con dolor, sufrimiento. Gané porque iba convencido mentalmente de que podía, pero, al final, el dolor te agota. Cuesta que lleguen los resultados, la lesión de la vista, mentalmente ya bajas un poco y el físico se nota el doble. Puedes ser fuerte de mente un año, pero no cinco, seis o los que me queden".
"Me retiraré si me sale de los coj*****"
"Aislarte no te aíslas, te llega de todo. Pero la palabra: 'Retírate ya' la he leído. Digo: 'Me retiraré si me sale de los coj...'. Bien claro. Sabré yo si lo dejo o no. De momento, soy la Honda con más puntos en el campeonato y no son pilotos malos los que hay al lado. Esa frase claro que me duele. No sabes, no puedes decir: 'déjalo ya'. Al final, las redes sociales las uso para informar a los míos. Digo: '¿'Haters'? Déjalos. Los que se van a divertir son los que ahora sufren conmigo'", explica.
En cuanto a cómo es un Mundial de MotoGP sin él, así lo ve el propio Márquez: "Se ha dado la tormenta perfecta. Un deporte engancha porque hay iconos. Se crean así, con la rivalidad. El 'buenrrollismo' está muy bien hasta un punto, pero porque hasta ahora no ha habido un cuerpo a cuerpo entre los tres candidatos. Cuando lo haya, pues... En Assen, bien porque Aleix acabó la carrera y cuarto. Si se cae también, más tensión. Se ha juntado todo".
"La retirada de Valentino Rossi afecta, movía a mucha gente. Pedrosa, Lorenzo, Rossi, Dovizioso... ahora, pues Quartararoya tiene un nombre. Bagnaia va muy rápido, pero aún no tiene ese nombre que pesa. Lo que hace crecer son las rivalidades, nombres que pesan. A la gente le gusta el morbo", añade.
Sobre su hermano Álex Márquez
También habla sobre su hermano Álex: "Se ha buscado la vida para buscar un proyecto que le motivara. Es muy injusto, sea Álex u otro piloto de MotoGP, que se valore el resultado, si vale o no, por unos resultados con una moto en una fábrica solo. A Álex no le tocaba ir al Repsol Honda. Fue, en su día, porque se produjo una situación excepcional. Se retiró Jorge Lorenzo, que lo comunicó a Honda en Malasia. Honda, en Valencia, buscó al campeón de Moto2".
"Querían a un joven con proyección. De golpe, querían a uno con experiencia, cogieron a Pol. Dirás: 'Tú fuiste al Repsol Honda directamente'. También Pedrosa. Stoner no fue. Era muy rápido en 250cc, pero no ganó 12 carreras en un año", comenta.
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¿Se irá Márquez de Honda? Así lo ve él: "Depende de Honda. ¿Cuánto le doy? Los dos años que tengo de contrato. No lo voy a negar. Siempre digo: 'Honda es Honda, la marca de mis sueños'. Me han respetado muchísimo y les estoy súper agradecido a todo lo que han hecho, pero mientras compita y crea que tengo el nivel, quiero un proyecto ganador. Si no...".