Marc Márquez coqueteó con la victoria en el Gran Premio de Jerez tras jugarse con Pecco Bagnaia el primer puesto en una batalla que ya es historia de Jerez.
Tras los ceros de Portimao y Austin, el ilerdense no quiso jugárselo a todo o nada y levantó cuando el italiano le metió su Ducati.
Sin embargo, ni de lejos es una derrota para el octocampeón. En rueda de prensa, el de Cervera reflexionó sobre el camino que ha atravesado desde que hace cuatro años se cayese en el mismo escenario que ahora le permite soñar.
"Aquí empezó mi mal sueño y espero que de aquí salgamos de esa espiral negativa. Aún no hemos salido, todavía pesa, pero mentalmente hay más confianza cada vez y esa confianza te permite probar cosas como las de las últimas vueltas", arrancó.
De hecho, ese segundo puesto supo a victoria en su "plan": "No lo considero derrota, hoy sólo he ganado. He ganado en mi plan, en el trayecto que tengo en mi cabeza y está cada vez mejor. Lo dije ayer sin saber lo que iba a pasar hoy. Hice dos carreras, sí que en Portimao me caí, pero no fue culpa mía. En Austin y aquí hemos subido un puntito y ahora hay que mantenerlo con la confianza necesaria".
Y es que está cumpliendo con los plazos de ese plan: "Está en mi cabeza, y cuando vienes de cuatro años muy duros en tu carrera deportiva... En el deporte, a veces pesan más las lesiones mentales que las físicas. De esas tuve una muy grave, pero te provoca una lesión mental de la que tienes que ir saliendo".
"No significa que estés derrotado, significa coger buena inercia, confianza, mi apuesta este año fue arriesgada, pero le puse el coraje que un deportista a veces tiene que hacer, enfrentarse a pecho abierto a lo que venga, y me está saliendo bien", ha zanjado.