Marc Márquez ya puede hablar abiertamente de Ducati. Ya puede hablar como piloto de Ducati. Como nuevo miembro de la familia de Gresini. Tras ese test en el que sorprendió y vistió un mono completamente negro, y una moto del mismo color, el de Cervera, gran campeón de MotoGP, deja atrás de forma oficial su etapa en Honda. Deja atrás su exitosa etapa en Honda.
Y tiene ya por delante una era en la que espera volver a disfrutar. Volver a ganar. En la que, con la moto campeona del mundo de MotoGP, busca recuperar esas sensaciones que tan atrás parecen quedar. Sensaciones perdidas después de una temporada con muchas, muchísimas caídas, sobre una moto inestable que dejaba más dudas que certezas.
Ahora, en palabras que recogen en 'DAZN', Márquez ha lanzado un más que ilusionante mensaje de cara a lo que está por venir.
" Salto a la moto campeona, así que todo está en mis manos. Hay muchos pilotos que van rápido con ella", afirma.
Pero evita la pregunta del millón: "¿Comparación con la Honda? No me gusta hacerlo. La Ducati es una moto muy diferente a la Honda, con un estilo distinto de pilotaje".
En cuanto a sus sensaciones en el test, estas no pudieron ser más positivas: "Tenía mariposas en el estómago. Estaba muy nervioso. Llevo muchos años en el Mundial, pero era un gran cambio".
"Los cronos salían sin buscarlo mucho"
"La velocidad estaba ahí, entendía la moto, cómo gestionar las cosas... Me adapté a ella más rápido de lo que esperaba y tuve muy buenas sensaciones. Los cronos salían sin buscarlos mucho", admite.
Todo, tras su adiós a Honda: "Llevaba once años trabajando en un grupo, y ahora es uno nuevo. La familia me ha recibido muy bien. Eso es siempre agradable".
Las fechas clave del proyecto Gresini son el 20 de enero y ya los días del 6 al 8 de febrero, cuando comiencen los test de Sepang.