Marc Márquez ha sufrido su primera caída desde su reaparición y, aunque mucho más leve que la de Indonesia, su cabeza ha chocado contra el suelo. Los dos pilotos de Repsol Honda lideraron a clasificación del viernes pero el mojado asfalto de Portimao ha jugado una mala pasada.
A 70 kilómetros por hora, debido a la lluvia que caía sobre el 'Autódromo Internacional do Algarve', Márquez sufrió su sexta caída de la temporada. Ocurrió en la curva ocho, a los 10 minutos del comienzo de la FP3 cuando la rueda trasera de su Honda derrapó y el hexacampeón de Moto GP saltó por los aires. El casco volvió a proteger su cabeza del golpe y, aparentemente, la visera fue la parte más afectada del accidente. Se rompió, el de Cervera reanudó la marcha y volvió a su box encima de su moto, donde permaneció hasta el final de la tercera tanda de entrenamientos libres para evitar males mayores.
Poco después de la caída de Márquez se sucedieron las de su hermano Álex, Brad Binder, Gardner, Darryn Binder y Bezzecchi. La lluvia complicó el pilotaje en gran medida y provocó que al final de la sesión el asfalto estuviera prácticamente impracticable.
El portugués Miguel Oliveira, piloto de KTM, ha realizado el mejor tiempo, seguido del campeón del mundo de Moto GP, Joan Mir y Fabio Quartararo. Después del piloto catalán, Pol Espargaró fue sexto y Aleix Espargaró noveno.
La caída de Márquez, mucho más leve que la sufrida en Indonesia (a 180 kilómetros por hora), ha empañado las dos excepcionales tandas de entrenamientos libres de Honda, que dominó la jornada de viernes. Por la mañana, Márquez estableció el mejor tiempo y, por la tarde, lo hizo su compañero de equipo, Pol Espargaró, que fue el más rápido de la FP2, seguido del piloto de Cervera.
"Después de tres carreras, ya conoces la moto, sabes dónde está el límite, empiezas a entender dónde están y dónde no. Es cierto que, por ejemplo, hoy, en mojado, en algunas curvas no lo sabes bien y estás un poco con miedo", señaló el hexacampeón, que afirmó "no estar pilotando con su estilo de 2019" y, además, haber olvidado poner el 'launch control' en el pasado GP, por lo que quedó relegado hasta la última posición en la salida. "Fue culpa mía, pasa a veces", sentenció.