Marc Márquez no ha tenido un fin de semana sencillo en Austria. Tras su caída en la sprint del Red Bull Ring, en la carrera larga empezó mal y se vio obligado a remontar debido a un problema en la salida. En ella, a pesar de que arrancaba tercero, se vio relegado a la 14ª plaza.

Luego, a remontar. A remontar y casi saboreando podio. Márquez, en una de sus ya cada vez más frecuentes actuaciones, recuperó diez posiciones para terminar cuarto, tan solo por detrás de las Ducati de Bagnaia, de Jorge Martín y de Bastianini.

Una vez se bajó de la moto, Márquez explicó qué había sucedido: "Lo que no tenía que pasar ha pasado. Se ha roto la válvula del neumático y tuvimos que cambiarlo 'in extremis".

"El equipo ha hecho un gran trabajo. Teníamos el blando listo, pero con él no podía hacer nada en carrera", cuenta en 'DAZN'.

Pintaba mal para Marc: "Estaba el técnico de Michelin, el de IRTA, mi equipo... El neumático no estaba caliente del todo y era complicado gestionar la presión de la goma delantera".

"Al estar tan concentrado en calentar neumático en la vuelta de formación no puse bien el dispositivo delantero. En la primera curva tuve un toque en medio del pelotón con Mordidelli... y nos fuimos fuera de la pista", afirma.

Y sentencia: "Luego he remontado con calma, sin ponerme tenso. He llegado a donde he podido".