Tras nueve meses lesionado, tres operaciones y un retorno con la temporada de MotoGP ya comenzada, Marc Márquez ha vuelto a liderar una carrera en su tercera carrera del año. El de Cervera, sin estar al 100%, completó una gran clasificación para salir sexto en Le Mans.
Con una buena salida por el interior, Marc se aupó a la cuarta posición para apretar a las Yamaha y a Miller. Dos errores de Maverick Viñales y Jack dejaron a Márquez mano a mano con Quartararo... hasta que empezó a llover.
Durante los entrenamientos ya se vio que el octocampeón del mundo se defendía mucho mejor sobre mojado ya que le resentía menos el físico, y el domingo se ha repuesto la misma película.
Con la bandera blanca ondeando se dio paso al 'flag to flag', lo que permitió a los pilotos entrar al 'pit lane' para cambiar la moto y volver al asfalto.
Con Quartararo teniendo dificultades para seguirle el ritmo, Márquez comenzó a despegarse del 'Diablo' y a mirar a la victoria en el GP de Francia.
Aunque aún no está al 100% físicamente, Márquez ha vuelto con la misma ambición y destreza de siempre, pero sin la dosis de suerte necesaria. En la curva 14 a falta de una veintena de vueltas para el final, liderando en solitario, Marc sufrió un 'high side' que le mandó al suelo y le privó del podio.
Por si fuera poco, el de Repsol Honda remontó hasta la 12º posición, pero volvió a caer cuando iba a la caza de Valentino Rossi y su papel en Le Mans terminó a nueve vueltas del final.