"Un desastre". Esa fue una de las demoledoras afirmaciones de Maverick Viñales tras el Gran Premio de Alemania, muy enfadado con el rendimiento de su Yamaha.
"No he entrado al box de milagro, porque la verdad es que era una vergüenza...", detalló en los micrófonos de 'DAZN', preguntado sobre los gestos que hacía al muro cuando cruzaba la línea de meta.
"¿Qué ha pasado? No lo sé. Realmente hay un problema grande en mi parte del box. Ya veremos si se arregla o no, pero... un desastre", explicó el español, que está temporada está sufriendo mucho más de lo esperado en MotoGP.
Asimismo, Viñales afirmó que ya ha avisado "durante toda la temporada" a Yamaha sobre lo que le ocurre a la moto: "Yo cuando estaba detrás de los demás sé perfectamente el nivel que hay, así que, no sé, ya veremos qué pasa, no lo tengo muy claro".
Unos problemas que no tiene Fabio Quartararo, líder del mundial con 22 puntos de ventaja sobre Zarco. La Yamaha de Viñales no funciona y el piloto sigue buscando respuestas. De momento el equipo no se las da, con su compañero liderando el campeonato. Algo que no se entiende.