Marc Márquez tomó la decisión correcta. El de Cervera, tras toda una vida en Honda, eligió llevar una satélite Ducati para pasados unos pocos meses saber que será piloto de fábrica en 2025. Para saber que estará en la mejor moto de MotoGP y que tendrá como compañero a Pecco Bagnaia.

Al bicampeón del mundo. Al líder del Mundial. A alguien que lleva años en Ducati y que sabe a la perfección cómo funciona todo en el equipo. Ahí llegará, y bien sabe Marc que va a tener que ir con paciencia.

Que va a tener que ir con calma ante su nuevo compañero y rival. Porque sabe que Bagnaia, italiano, cuenta con no pocos apoyos en el equipo y además tiene títulos en su haber.

Y va con humildad el catalán. Así lo dijo en la carrera de campeones de Ducati, donde compitió de tú a tú con varios de los grandes nombres de la marca italiana.

"No tengo problemas en reconocer que Bagnaia es la referencia del equipo y de la marca", afirma Márquez.

Porque sabe qué ha de hacer: "Llego a ese box para aprender de él y para tratar de acercarme lo máximo posible".

De momento, Márquez ha recuperado sensaciones a la espera de su primera victoria con Gresini. En el Mundial es tercero, con 56 puntos menos que Pecco y 46 que Jorge Martín.