La maniobra de Johann Zarco en el GP de Austria provocó una avalancha de críticas por parte de varios de sus compañeros. Franco Morbidelli, implicado en el accidente, fue el más duro, asegurando que Zarco "es casi un asesino".
"Frenar así a 300 km por hora significa tener poco amor por quienes viajan contigo. Fue muy peligroso para mí, para él, pero también para Rossi y Viñales. Estoy bien para lo que me podía haber pasado, Zarco es casi un asesino. Espero que este incidente le haga pensar", aseguró el de Petronas Yamaha.
Y Zarco, claro, se quiso defender nada más llegar al box: "He leído algunos comentarios, pero quiero decir que luego hablé con Franco y Vale en privado. Morbidelli estaba conmigo en el Centro Médico, y quise verle y hablar con él en persona, y luego nos abrazamos. Luego también hablé con 'Vale' durante 10 minutos. Hablé con ellos de un modo sincero y honesto, diciéndoles que no soy un loco montando en una moto. Pedí perdón por lo que pasó hoy, afortunadamente nadie ha salido herido, ya que eso es lo primero".
"No creo que la maniobra haya sido una locura. Me sentí fuerte al inicio de la carrera, y por eso fui consciente de que podía atacar a Franco y luego adelantarle", se justificó, asegurando que "no quiso bloquear a Morbidelli". "Cuando le pasé, intenté quedarme a la izquierda por todos los medios, y luego frené, pero Franco me tocó y los dos acabamos en el suelo. Lo peor es que ambas motos salieron disparadas y casi se llevan por delante a Valentino y Viñales", sentenció.