Paso a paso. Entrenamiento a entrenamiento. Carrera a carrera. Marc Márquez está de vuelta en MotoGP, pero no quiere precipitarse. Ha vivido una auténtica pesadilla con ese brazo derecho en el que las cicatrices evidencian los meses tan duros que ha vivido.
Fue cuarto en Japón y quinto en Tailandia. Dos resultados magníficos teniendo en cuenta todo el tiempo que había estado sin competir... y también la condición de la Honda. La moto no está siendo nada competitiva en esta temporada, con Pol Espargaró sufriendo desde la primera carrera.
Márquez quiere ser cauto, pero tiene motivos para seguir creyendo que volverá a luchar por las posiciones de cabeza. "Mi condición física mejora cada día", dice el de Repsol Honda, que de cara a Australia cree que el clima puede jugar un papel fundamental.
"Hay que tener mucho cuidado allí con el clima, especialmente este año parece que puede ser muy frío y con mucho viento. Es algo a lo que tenemos que prestar atención", dice el de Cervera.
"Phillip Island es un gran circuito para correr, muy diferente a casi cualquier otra pista del calendario. He tenido muchas carreras memorables allí y casi siempre hay batallas bonitas, especialmente en las primeras vueltas", detalla Márquez, decimotercero en el campeonato de MotoGP con 84 puntos.
El descanso es fundamental para el piloto, que sigue buscando el nivel top físico: "He seguido entrenando... Después de tres carreras seguidas, la semana de descanso ha sido muy buena para mí".
Australia, Malasia y Valencia: esas son las tres pruebas que restan de Mundial. Y Márquez tiene entre ceja y ceja terminar el año subiéndose al podio al menos en una de ellas. No sube al cajón desde su victoria en el Gran Premio de la Emilia Romagna, en octubre de 2021, hace casi un año.
Pero para lograr ese objetivo todavía debe seguir mejorando tanto sobre la moto como su capacidad física. La lesión y todas las operaciones le han convencido para ir con toda la precaución del mundo.