Quién te ha visto y quién te ve. Así se podría resumir lo que es Honda ahora en MotoGP. Lo que es una moto que hace no mucho dominaba con Marc Márquez a los mandos y que ahora sufre para puntuar e incluso para acabar carreras. Que sufre para que sus pilotos se mantengan en pie. Que está protagonizando un comienzo que supera incluso las más pesimistas predicciones.

Porque los nipones apenas suman 12 puntos con sus pilotos oficiales. Con los que tiene en la moto de fábrica. Doce que son 48 menos de los que suma Márquez en solitario. Doce que dejan claro que de haber elegido Marc seguir con los de Japón a saber dónde estaría y qué estaría pasando por su cabeza.

Pero eligió Ducati. Eligió un equipo satélite como Gresini que ni le brindaba la oportunidad de pilotar la mejor motor de la marca italiana. Pero incluso con la GP23, con la versión 'antigua' de lo que Bagnaia tiene entre manos, estuvo muy cerca de batirle en ese mano a mano que ambos tuvieron en Jerez. Que ambos tuvieron en el GP de España.

Todo eso lo ha querido destacar Michele Pirro, probador de Ducati... y hasta él admite que menos mal que Márquez tomó la decisión que tomó.

"De haberse quedado en Honda a saber qué habría sido de Márquez. Ahora es de nuevo un piloto fuerte y competitivo. Uno que disfruta sobre la moto", dice en palabras que recogen en 'GPone'.

Sobre la batalla, apunta al factor Bagnaia: "Cuando Márquez remontó y recuperó la diferencia todos pensaron que se había acabado para Pecco. Pero respondió a cada golpe".

"Se necesita de un gran carácter para hacer lo que fue capaz de hacer", sentencia Pirro.

El siguiente duelo que ambos tendrán será en Francia, en la mítica pista de Le Mans. Ahí tendrá Márquez su próxima ocasión de lograr su primera victoria con una Ducati.