Si Honda está sumergida en una gran crisis en MotoGP, Yamaha está prácticamente igual, solo que un poco mejor que los del ala dorada. Y eso que Fabio Quartararo viene ser ser campeón del mundo en 2021 y subcampeón en 2022, pero esta temporada está siendo muy dura para los de Hammamatsu.
Y el piloto francés es está empezando a cansar. Si hace unos días aseguró que Yamaha no cumplía casi nada de lo que le prometían al comienzo de cada año, ahora ha asegurado que su moto apenas ha evolucionado de la que tuvieron Jorge Lorenzo y Valentino Rossi en 2015.
"Hace unos días vi mi moto de campeón del mundo de 2021 y, al lado, estaba la de Lorenzo de 2015. Son prácticamente iguales, no cambia casi nada. Eso es muy raro después de seis años", confesó en una entrevista con 'Motorsport'.
"Yo creo que Ducati, KTM y Aprilia arriesgan mucho más que las fábricas japonesas. Las diferencias que hay entre las KTM, Ducati y Aprilia de hace cinco años respecto a las actuales, son brutales. Nuestra moto es la misma", añadió al respecto.
Quartararo achacó esta situación a los numerosos cambios que MotoGP ha tenido en los últimos años, cambios que las fábricas europeas han sabido adaptarse mejor: "Yo no tengo tanta experiencia como otros pilotos, pero el Mundial ha pasado de blanco a negro en los cuatro años que llevo aquí".
"En 2019, cuando yo debuté, para la arrancada solo tenía que activar el control de salida. Ahora hay que hacer mil maniobras: frenar para accionar los dispositivos de altura, mirar todos los controles. La evolución que ha hecho la moto es brutal, pero las demás marcas arriesgan mucho más que nosotros", lamentó.
Además, comparó este avance tecnológico con el que realiza la Fórmula 1, una comparación en la que el francés asegura que MotoGP está muy retrasada: "Estamos años atrás respecto de la F1 en lo que evolución se refiere. Los riesgos que toman cada año son mayores allí. Nosotros comenzamos con la misma base. Solo espero que la Yamaha realice un cambio considerable en esta ocasión".
Respecto a su futuro, Quartararo señaló el test que se realizará en Misano clave para su decisión: "En Misano quiero tener pruebas. No quiero ver cosas escritas, lo que quiero ver es la moto porque esa será, al 95%, la que correrá en 2024. Allí se verá si Yamaha realmente me quiere para el futuro".