Marc Márquez dejó Honda ante la falta de resultados y apostó por Gresini con la esperanza de recuperar su mejor versión. De olvidar esa terrible lesión en el brazo derecho y volver a ser competitivo. Y lo ha conseguido. Ha vuelto a ganar con la satélite y el año que viene llevará la moto de última generación en Ducati.

Y después del Gran Premio de Australia, en declaraciones que recoge este miércoles 'Motosan', Márquez ha dejado una reflexión sobre cómo es la mentalidad del deportista de élite.

"He entendido en mi cabeza que ganar no es lo normal. ¿Es lo importante? Sí. Pero no es lo normal. Lo había normalizado en mi carrera deportiva", dice Marc.

"Y ahora veo que pierden veinte y gana uno. Y lo he normalizado. Pero si sigo aquí, si estoy compitiendo, si hago los movimientos que hago en equipos y escojo los caminos que escojo, es para intentar luchar por un título más", explica el piloto de Cervera.

Tomó una decisión realmente difícil al dejar el equipo que le había convertido en un gran campeón en el motociclismo: "Fue la decisión más difícil de mi vida porque estaba renunciando a mucho pensando que este era el camino. Nadie me aseguraba que este camino me iba a dar la felicidad. Cuando ves que realmente era el camino, es doble la felicidad. Por eso estoy tan relajado. Porque el año pasado estaba pensando '¿tiene sentido estar aquí, o no?', y ahora no me imagino mi vida sin carreras".

"La situación no es la misma. Sigo corriendo y sigo estando aquí y todos mis pasos han sido para luchar por un mundial. Antes sólo veía las carreras en modo ganar; ahora lo veo diferente, veo que también están bien los podios, otras cosas", reconoce el piloto de Gresini, que ya suma tres victorias esta temporada: Misano, Aragón y Australia.