Quedaban ocho vueltas cuando se produjo el momento más tenso de todo el Gran Premio de España. Lo protagonizaron Jack Miller y Franco Morbidelli cuando, tras irse los dos al suelo, se levantaron raudos en la grava para estar incluso cerca de llegar a las manos.
Tuvieron que intervenir, de hecho, los comisarios de la pista. Solo ellos pudieron evitar que el australiano y el italiano terminasen a palos en Jerez.
Optimista fue Morbidelli en una curva en la que intentó adelantar por el interior al de KTM. Fue algo pasado, y terminó por tirar al oceánico y por irse él mismo al suelo.
Llegaron, al levantarse, a estar cabeza con cabeza... pero los comisarios llegaron a tiempo.