Marc Márquez fue, una vez más, uno de los grandes protagonistas del Mundial de MotoGP. El de Cervera, con esa Ducati B del equipo Gresini, logró escalar hasta la segunda plaza del podio después de que, en Alemania, arrancase desde el puesto 13º.

Pero por poco todo se queda en el camino. Porque en la vuelta 21, cuando quedaban nueve giros para el final de la prueba en Sachsenring, se vio las caras con Morbidelli cuando peleaba por la cuarta plaza.

En ese momento, el italiano y Marc se tocaron en una acción que casi manda a Márquez al suelo.

Pero no fue así, con un control total de la moto, y el catalán prosiguió con su carrera para culminar, tras 30 vueltas, otra gran remontada.