Marc Márquez está llevándose todos los focos durante el Gran Premio de Aragón. El ocho veces campeón del mundo ha vuelto al campeonato cuatro meses después y ha generado mucha expectación... y también miedo tras su caída en la FP3.
Los fantasmas de anteriores caídas afloraron en los aficionados, pese a ser una caída sin consecuencias en la que se arrastró sin problemas por el asfalto. De hecho, el catalán quiso aclarar que el accidente le ha venido bien: "Nunca quieres caer, pero tener la primera caída así, resbalando, sí que es un alivio".
Dices 'me he caído, ya está'. Es importante de cara a coger confianza. Me ha gustado que cuando caí, mi cabeza no tuvo miedo a poner el brazo. Antes siempre lo encogía. Hoy inconscientemente saqué el brazo. Mi cabeza va entendiendo que el dolor no está, pero es un proceso lento. Y es una de las cosas por las que voy en moto", cuenta.
Además, Márquez también aclaró el estado general de su brazo derecho: "Lógicamente se fatiga, salen algunas molestias, pero lo importante es que son controladas. Cuando descanso, bajan. Va cogiendo musculatura".
El '93' saldrá desde la 13º posición en la parrilla y es realista con la situación: "Las expectativas pueden ser muy altas, pero yo sé mi realidad y en los niveles que estoy de fuerza. Mañana el objetivo es acumular kilómetros. Claro que empujaré, si puedo acabar décimo en vez de undécimo, lo intentaré. Y si es noveno, mejor, pero sabiendo cuáles son nuestros límites".